lunes, 2 de agosto de 2010

Petronio

PETRONIO

Mejor que en el rosal
la rosa estaba en su ojal
Y era amante
de todo lo precioso, de todo lo brillante…
Sus ojos eran sólo para el matiz subido
para la flor abierta, para el metal bruñido
Y su amor,
para la pompa roja en cárdeno esplendor…
Había en él un ansia amorfa de poseerlo todo:
el palacio de mármol, el estanque de lodo,
la mujer superfina y la hembra rumiante;
la emoción exquisita, la sensación asqueante…
Y porque era bello y fuerte, y afortunado,
era querido por lo que otro hubiera sido odiado.
Yo lo encontré en mi vía obcecado y perdido;
enfermo de un mal raro que nadie ha padecido;
salpicando de cieno las rosas y angustiado
de ver luego que el cieno las rosas ha manchado…
Atropellando el bien y contrito del mal.
Con impulso de rayo y choque de cristal;
Por él quise el milagro de encender la tiniebla;
de emblanquecer el cuervo, de alquitarar la niebla…
Por él hice el esfuerzo de estrujar el gusano
que había en su alma de loto… ¡y me mordió la mano!






Petronio es el hombre apuesto, adinerado, hermoso; deseado por cualquier mujer.












Clara habla de este hombre que, por ser así, es perdonado y alagado… " Y porque era bello y fuerte, y afortunado, era querido por lo que otro hubiera sido odiado.”




Un hombre, uno de los que no recibe traición ni castigo de nadie, sino de la vida misma. Segada, pero también sabiendo la verdad de éste, se perdió en él. Sabiendo sus intereses, su ambición por tenerlo todo, desde lo más fino hasta lo más asqueante. Un hombre con dos lados, que la mantuvo envuelta en sus encantos.



Clara lo ve perfecto, aun en medio de sus imperfecciones y anhelos no prudentes. Resalta cómo lo encontró y rescató de ese mal que lo cargaba. Arrepentido del mal que ella menciona, ese del que haces daño a otros y luego te atormentas pues quedas sin nada, parece ceder a su ayuda. Ella quiso ser su luz, esa que lo cambiaría, esa especial y diferente. Ella lo creyó y se esforzó; pero no pasó… En el esfuerzo, “le mordió la mano”, la traicionó igual. Fue un amor de intentos, de estos amores en los que justificamos y creemos poder cambiar. Pero ella también fue parte y víctima.





~Análisis por Cynthia~

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